32...y se paró el tiempo

Llega el invierno y con ello la primera gran nevada. Bruna despierta ilusionada, no había visto aún su hogar teñido de blanco. No puede estar más feliz de despertarse y tener al hombre que ama a su lado y ver por la ventana la intensa nevada que ha caído.

A la mañana siguiente no dudó en empezar con los preparativos para la navidad, aún quedaban unos días pero, este año, a pesar de ser el primero que pasa sin su madre, esta bastante ilusionada.

El día de navidad será la primera cena oficial donde las dos familias se van a juntar a celebrarla, junto al compromiso de ellos dos. Bruna y Albert están nerviosos, quieren que todo salga perfecto.

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El día esperado ha llegado. Jaune llega el primero de todos, sabe que Albert es el encargado de la cena y está algo nervioso. Para Jaune, era tradición hacer la receta familiar, primero de su abuela, que pasó a su madre y de ella a Sara. Por lo que, desea que todo salga bien.

Los dos Berry, miran a Albert callados como va preparando la receta familiar, no quieren presionarlo, encima que el muchacho se ofreció...

Pero claro...todo tiene un límite...

Jaune y Bruna empezaron a decir cada uno como hacer mejor el aliño, que es lo que se ponía primero, y a preguntar si no era mejor hacerlo de una manera u otra...

Albert se sentía un poco cohibido y señalado, pero siempre ha sido de tomarse con humor esas cosas.

-Eiiii....yo me encargo, tranquilos...confiad en mi. He hecho recetas más difíciles que esta. Pero si quieres Bruna, puedes hacerlo tú, que te encanta cocinar...(ironía)

Bruna queda callada. Para nada se pone ella a hacer nada en la cocina, con la tirria que le tiene...

Jaune en cambio, también se relaja, aunque no deja de bichear como Albert sigue la receta.

-Albert, no es por presionarte...pero esto es una prueba para saber si te dejo casarte con mi hija...-le dice en plan burlón.

-Papaaaaá...-dice Bruna acercándose.

Albert no le queda otra que girarse con mirada fulminante.

-Es bromita hija...-dice con ternura-...pero, ¿vamos encargando algo para cenar?

-Papá confía en Albert...de verdad, cocina muy bien.

(llaman al timbre)

La hermana de Albert, Christy y su recién novio Ryan (sí el monitor del retiro y amigo de Albert) son los primeros en llegar.

Al poco tiempo, Oriol y Maricela (la otra chica del retiro y ahora nueva monitora del centro de Albert) llegan. Parece que desde la inauguración del estudio de Oriol que no se han separado.

Albert nervioso, hace sonar la campana para llamar a la familia a cenar.

Todos se sientan, pero Christy se queda mirando la mesa...hay algo que no le motiva.

-Albert, ¿no recuerdas que soy vegetariana?- Dice Christy con la mirada fija en el rollo de carne.

A Bruna casi le da un ataque.

-¿Enserio? ¿cómo no te has acordado? Creo que tengo sobras de la ensalada de este mediodía...-le dice mientras se levanta hacia la nevera.

Por suerte así es y Bruna le prepara un bonito plato de ensalada de pasta para cenar y pueden continuar con la velada familiar.

La cena continua entre risas y anécdotas familiares.

En uno de los momentos, cuando están a punto de acabar con el plato que Albert había preparado con la receta familiar, Jaune se queda mirando a Bruna con carita muy tierna. Parece que Jaune está orgulloso de como le ha salido el plato a su futuro yerno.

-Bueno familia...-dice Jaune mientras hace sonar el tenedor en una de las copas-...he de confesar que Albert ha superado con creces la receta familiar de los Berry. Bienvenido a la familia.

Todos aplauden y Oriol aprovecha

-Entonces cuñado, ¿Cuándo es tu despedida de soltero?

-Ei, ei Oriol...-dice cortando Ryan-...eso es cosa nuestra, un día, cuando menos lo espere Albert, vendremos a por él y lo secuestraremos...

-Que miedo me dais...-dice Maricela mirando a Oriol.

La noche trascurre entre copa y copa, villancico arriba y abajo y sobretodo muchas risas. Albert, de broma, empieza a pensar si está seguro de tener que emparentarse con los Berry.

Menos mal que al poco se da cuenta que suya no es del todo normal tampoco. Por el mismo momento de bochorno pasó Ryan al oír cantar a los dos hermanos.

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Pocos días después, en la madrugada...

No ha dejado de sonar la vibración del móvil y últimamente Bruna tiene el sueño muy ligero y se despierta sobresaltada.

-¿Judith?- responde Bruna que intenta escuchar, pero solo oye gentío y música-...no te escucho bien, ¿dónde estás?

Bruna escucha con atención e intenta centrarse en lo que Judith le está diciendo por el otro lado:-Bruna, estoy en el Eliseo...algo está pasando, se ha vuelto todo muy raro...él ha llegado y la gente no deja de mirarla a ella...la, la ha cogido del brazo fuerte...-cuenta entrecortada y nerviosa.

-Judith, tranquilízate por favor, ¿Qué está haciendo ella?

-Nada...está asustada, hay gente que está saliendo del local y yo no se si cogerla del brazo y llevármela para fuera, pero no me atrevo, tienes que ver su cara, pobre...

-Nooo, no te acerques a ellos...¿Está Fernando por ahí? ¿lo ves?

-Estaba con ella hasta que ha entrado él. Se ha ido a un lado, como que no se quiere meter...

-¿Han apagado la música, no? ¿sigue habiendo gente?

-Sí, sí, aunque algunos están quietos como esperando algo...espera...-Judith calla y Bruna oye de fondo a alguien hablar- ¿Judith? ¿que dicen?

-No sé, un segurata ha dicho al pinganillo, algo de bella durmiente...

-SAL DE AHÍ YA JUDITH...-Exclama Bruna que sabe de qué va ese código-...no mires atrás, sal, YA...-dice mientras empieza a caminar por la habitación, de un lado a otro.

-¿Estás saliendo? Dime que sí por favor...-Bruna oye jadear a Judith toda cagada.

-Sí, sí, ya estoy fuera...¿Qué coño pasa Bruna?

-Nada, nada tranquila...tú vete a casa, yo me encargo de ponerme en contacto con ella, ¿Vale? Descansa. Mañana hablamos y te cuento...

Bruna cuelga y se gira a Albert que sabe que lo había despertado. A ver como le cuenta todo...

-¿Qué pasa? -Pregunta Albert que ya huele drama.

-Algo malo...tengo que hacer llamadas...

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Bruna no deja de llamar a Fernando, él es el que sabe toda la movida que ha pasado pero no le coge el teléfono, pero no es el único al que llama...

-Vamos, rubia...ahora sería momento para dar señales de vida por fin...

Nada...

-Cariño, a estas horas es normal que nadie coja el teléfono. Volvamos a la cama y mañana vamos a ver que ha pasado. Seguro que se ha cogido una buena borrachera como la que os soléis coger.

-Albert, ¿cómo voy a dormir? duerme tú, necesito saber si mi amiga está bien...espera...-su móvil empieza a sonar-...es Fernando.

...

Al colgar, Bruna se levanta un poco en shock: -Está en coma...le ha dado un ataque, pero no me ha podido decir mucho más...

Albert no sabe como reaccionar...

-Lo siento cariño...-ven aquí...-le dice acercándose para abrazarla.

Lo sucedido:

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A la mañana siguiente, Bruna visita el hospital, Albert insiste en acompañarla pero finalmente lo ha convencido que no venga. Una vez allí, no está ni dos minutos. No le gusta verla entubada y decide llamar a Fernando, quiere saber lo que ha pasado, y él le invita a su casa...

Va un poco nerviosa, pero segura, quiere saber la verdad y espera que Fernando se la diga. Nada más entrar, él está ahí, esperándola, mirándola fijamente.

Bruna se detiene, no sabe que hacer. No sabe por qué, pero empieza a pensar que esto no está bien, pero realmente necesita saber qué ha pasado.

Fernando nota en sus ojos todas las dudas e inseguridades de ese momento. Él, también se nota nervioso, el tenerla ahí le hace recordar buenos momentos. No duda en acercarse, quiere calmar la situación, hacerla sentir cómoda...

Bruna con tono seco intenta pararlo:- Cuéntamelo todo Fernando, la verdad...¿por qué mi mejor amiga está postrada en un cama medio muerta?

A Fernando se la suda su tono y va directo a abrazarla, sin pensarlo. Bruna está un poco descolocada, pero lo abraza también. Desde el encuentro del otro día que lo quiere hacer, sabe que no está bien, lo conoce...

(Rupper aprovecha que también quiere abracitos de Bruna que hacía mucho tiempo que no la veía)

-Te juro que hice todo de mi parte para sacarla de ahí...-le dice Fernando sin soltarla y con tono agitado-...pero no atendía a razones.

-Vale, vale...tranquilo...-intenta calmarlo-...solo quiero saber qué le ha pasado, quiero la verdad y no cuentos chinos.

...

Fernando le cuenta toda la verdad de lo ocurrido

-Estaba ida, no hacía caso, enloqueció...Si te lo cuento, es porque tú sabes muy bien de este tema, yo te preparé...¿entiendes que no tuvo más remedio que hacerlo?

-Es una cabezota...pero él debió explicarle todo, ¡TODO! Esto no hubiera pasado si la hubiera metido en su vida, o al menos una explicación...

-Él tendrá sus motivos...y créeme, ahora está pasándolo mal. Nunca lo había visto así...

-Da igual, ella hizo mal, pero la culpa es toda de él...-le dice a punto de estallar y apretando los puños.

-Ei...-intenta calmarla con una mano sobre el hombro. Bruna se focaliza en esa mirada y en su mano sobre su hombro.

...

se miran a los ojos y se paraliza el tiempo.

...

-Todo irá bien, se recuperará...-le dice Fernando de manera dulce.

Bruna baja la mirada...nota que ha dejado de respirar unos cuantos segundos y no sabe que tiene...

Fernando lo nota y le toca la cara.

-ei, ¿Estás bien? tus pulsaciones han bajado...

-¿Me traes agua porfa?

-Claro, siéntate...

-¿Granizado de limón?-pregunta Bruna extrañada.

-Me sobró de la fiesta de ayer, hay gente que le gusta beber eso con alcohol y tú necesitas azúcar...

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El tiempo pasa y Bruna y Fernando no dejan de hablar. Hacía tanto que no se contaban que las horas pasaban y no se daban cuenta de la hora.

Estuvieron hablando de todo, Bruna recordó lo fácil que era abrirse a él y eso era una de las cosas que más echaba de menos. Poder pasar horas hablando, como antes, pero sin sexo...

De repente Bruna se da cuenta de la hora.

-Madre mía, se ha hecho muy tarde...creo que debería irme.

Fernando que estaba hablando cuando se ha sobresaltado Bruna, baja la mirada. Por un momento pensó que se quedaría...

-Oye Fer, antes de irme...¿Estás bien? Te noto diferente...

-¿diferente en qué sentido?

-Noto esa mirada perdida, como cuando te conocí...

-No te preocupes por mi, ya sabes como soy, soy así...Además, como tú antes, llevo todo el día sin comer, y necesito mi ración de azúcar...

-¿y por qué no me lo has dicho antes?...

-...¿quieres comer? por un amigo, lo hago...solo te pido una cosa...- Bruna se levanta.

Silencio, Fernando no se esperaba eso y la sigue con la mirada como se acerca.

-...Hazlo de la muñeca, te la ofrezco, ¿la quieres?- y le extiende la mano.

Fernando se levanta. Lo llevaba esperando desde que ha entrado. Es su sangre favorita, desde que la dejó no ha probado una igual. No puede decir que no y menos si se ofrece.

-Tardaré más en saciarme por esa vía-dice embobado mientras le coge del brazo.

-No importa, entiende que el cuello es algo más...íntimo...-le dice algo nerviosa pero decidida. El beso del vampiro, acaba gustando, y en el fondo Bruna lo echaba de menos.

Va despacio, saboreando hasta el momento previo.

Fernando empieza a beber, poco a poco, está mejor de lo que recordaba. Bruna baja la mirada, no puede negar que le gusta que le haga eso, siente remordimiento ¿podría ser una infidelidad eso? No sabe y prefiere no saberlo.

Fernando sigue concentrado en cada mililitro de sangre que llega a su boca.

"Algo hay diferente en su sangre que no recordaba..."-piensa y para de beber. Se queda escuchando, no puede ser...¿Ahora me doy cuenta? ¿Cuánto lleva eso ahí? Bruna que se extraña que haya parado y se haya quedado tan quieto lo mira. Fernando lame la herida para que cicatrice y cae desplomado en el sofá sin decir nada.

Bruna extrañada ante ese comportamiento se sienta.

-¿qué pasa? ¿ya no te gusta..? no has tomado nada...

-No...es suficiente...-dice disimulando.

-Nunca me dijiste por qué es especial mi sangre, ¿qué sientes que con otras no?

Fernando se enciende un cigarro, habrá que tranquilizarse de alguna manera, aunque lo poco que ha bebido de Bruna le empieza a hacer efecto sanador.

- La sangre humana es vida Bruna, es lo que impulsa nuestro cuerpo, pero no es tan solo eso. También existen otros factores que hacen que sean diferente. Dependiendo del recipiente del que bebemos y del momento de la alimentación. En tu caso, tu temperamento siempre ha sido el de calma y control y eso me lo transmites a mi con tu sangre, creo que por eso no te maté cuando se me fue de las manos aquella maldita noche...fuiste capaz de calmarme con tu sangre.

Hay un silencio, Bruna trata de procesa todo. Fernando sigue con la mirada al frente.

-Bueno, me alegro de eso a pesar que lo de "recipiente" no mola nada...

Fernando no dice nada, de repente está frío.

Bruna se levanta, ya va siendo hora de dejarlo ahí y ahora.

-Si me necesitas algún día para esto, ¿me lo dirás?..no me gusta verte mal y es algo sencillo que no me cuesta. Mientras no vengas como esa maldita noche todo bien, ¿Vale?

Fernando asiente, pero sigue sin mirarla.

Bruna se marcha y Fernando se levanta y la ve marchar pero antes decide decir algo:

-Felicidades por todo lo bueno que te viene, y no solo hablo de la boda...

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Bruna llega a casa, Albert la espera, estaba empezando a ponerse nervioso. Le dijo que no tardaría y al final ha estado todo el día.

-Bruna, me tenías preocupado...-dice mientras se acerca a darle un beso como ignorando su enfado.

-Ei, tranquilo...-le dice de manera dulce-...me quedé sin batería y se me hizo tarde.

-¿Has estado todo este tiempo en el hospital?-le dice mientras ve como Bruna se marcha a por agua.

-He ido a verla. Los médicos no me han dicho mucho, al menos sigue estable, pero he tenido que ir a averiguar que es lo que ha pasado...

-¿y has ido a verlo a él? imagino...-Albert con mirada fulminante, no le hace mucha gracia que vaya a ver a su ex.

-Sí y ya me ha explicado que sucedió de repente, los ataques son así, cuando menos te lo esperas suceden...-bebe un poquito de agua tranquilamente.

-¿y? ¿después? ¿el resto del día?-Albert sigue insistiendo.

-Albert, ya vale...-lo para por fin-...me quedé un rato más en su casa, hacía tiempo que no hablábamos y se nos hizo tarde, nada más. No te pongas celoso de Fernando por favor. Es mi ex sí, pero ante todo es mi amigo, así que ¿puedes dejar de ser tan inseguro cuando hable de él?

-Bruna, entiende que no es cómodo para mi...no te quiero perder. Esta mañana me dijiste que no te ibas a casar porque tus amigas no pueden asistir a la boda y ahora me entero que te has pasado parte del día con tu ex...

-Entiendo lo de tus amigas...-continúa Albert

-Albert...-Bruna trata de callarlo pero no lo consigue. Se lleva una mano atrás en busca de algo.

-...pero esto es cosa de nosotros, si es necesario invitamos solo a al familia...

-Albert...-dice mientras se saca algo que tenía escondido detrás. Albert para de repente, no se cree lo que lleva en sus manos.

-Llevo días sospechando pero no lo quería creer. Antes de venir he tenido que hacer una parada en la gasolinera. Lo he hecho sola, porque no quería darte ilusiones y para ver esa cara que me estás poniendo...

Albert, que todavía no ha dicho nada, le coge el predictor y lo mira con detenimiento.

-¿5 semanas?

-Pero...-Albert intenta hablar con la boca seca-...si fuimos con cuidado...

-Creo que no lo tuviste tan controlado la noche que regresaste...-dice Bruna riendo.

-¿y qué vamos a hacer? Tú no querías ahora...

-Pues...tenerlo, si tú quieres...-le dice con media sonrisa. Sabe muy bien que por Albert sería padre sin necesidad de casarse antes. Pero si ha venido así...

Albert se acerca para abrazarla

-El mejor regalo de navidad...-le dice antes de besarla en la frente y cogerla en volandas.

Fin de la generación Gris...

...que no fin de la historia.