(NSFW+18)
Bruna y Albert llegan a un pequeño poblado en medio del desierto de Simhara.
Bruna sale asombrada del coche. En tan solo una hora han pasado de un bosque frondoso donde se encuentra el Retiro al pleno desierto.
-Madre mía, ¿y este lugar de dónde ha salido?-le dice asombrada nada más salir.
-Quería llevarte a un lugar más lejano, pero tenemos poco tiempo y no me apetecía pasarme parte del viaje en el coche. Es un lugar turístico pero muy bonito, creo que perfecto para solo dos días. -dice Albert mientras se acerca a ella.
-¿puedes coger las mochilas y entregarlas al botones? Yo iré a recepción a pedir las habitaciones...-le comenta Albert.
Bruna se queda un poco dudosa...
-Albert, antes de nada necesito que me vuelvas a confirmar que no tienes nada con esa Raquel...si no, no entiendo muy bien este viaje...
-Te lo repetiré las veces que haga falta, no, no tengo nada con esa loca. Parte de este viaje es explicarte todo y re-conocernos....si quieres...
Bruna pudo ver en sus ojos la seriedad de ese tema. Sabe que es algo que le reconcome y que es sincero, como siempre ha sido con ella.
-Pues entonces no me pongas esa cara de seriedad y pide una habitación solo, ¿no crees?-dijo de manera pilla y un poco avergonzada.
Albert le da una sonrisita y se va hacia recepción. No dejan de mirarse de reojo. Para Albert una de las partes que más le preocupaban del viaje ha salido bien.
En cuanto suben a la habitación, Bruna alucina. Parecía un hotelito bonito pero normal, pero la habitación es una preciosidad. Sale a inspeccionar la terraza que es casi más grande que la habitación.
-¿te gusta?-pregunta Albert
-Es perfecta.
-Está a punto de anochecer, ¿Te parece que bajemos a cenar ya? me han recomendado un restaurante justo aquí enfrente...-le dice Albert susurrando y escapándole algún que otro beso, la desea tanto...
-Has hecho muchos kilómetros hoy, debes estar cansadísimo, lo mejor sería que tomaras una ducha mientras pido algo de cenar. Necesitamos hablar con tranquilidad y creo que lo necesitamos antes de seguir con algo más.
-¿sigues sin confiar en mi?-pregunta Albert dándole la vuelta, como si de un baile se tratara.
-Claro que confío en ti Albert, pero creo que no lo estas pasando bien con ese tema y quiero que me cuentes, te desahogues...te conozco y sé que no lo has hablado con nadie...
-Con mi hermana lo hice...
-Sí, seguro que le contaste cuando yo te conté lo ocurrido con ella...Anda, ¿no crees que necesitamos estar los dos tranquilos, cómodos y así poder re-conocernos de nuevo?
-Como me conoces Brunita...-le dice mientras empieza a pellizcarle la cara.
-De acuerdo, pide algo en recepción. Yo me doy una ducha y ni se te ocurra mirar...la ducha esta abierta a la habitación...
-¡¡Pero si lo he visto antes!!
-Mi cuerpo ha cambiado...tengo tattoos nuevos...-dice riéndose y sin parar de picarse el uno al otro la cara, como si de dos adolescentes se tratara.
Bruna bajó a por la comida que habían pedido y Albert aprovechó para la ducha. Pero cuando volvió a subir seguía y no pudo contener el impulso de no mirar.
Ella lo deseaba y desearía meterse en esa ducha ya mismo y retomar lo que un día dejaron, pero debía ser fuerte...necesitaba esa charla para que la relación (o lo que iba a surgir después de ese viaje) empezara con buen pie. "madre mía, ese cuerpo está mejor que cuando lo dejé en su momento...."-pensaba mientras se mordía el labio.
Mientras cenaban han hablado un poco de todo. Bruna le ha enseñado fotos de sus amigas, de su casa, de Gris...y Albert le ha enseñado coreografías con las que ha trabajado y con las que va a trabajar y con ello a su equipo de baile y compañeros de trabajo.
Mientras Bruna ha vivido su vida relacionándose con amigos, creando un hogar, Albert se ha dedicado solo a trabajar. Le gusta, pero no ha hecho otra cosa. Ambos se quedan mirando, pensativos...lo que ellos no saben es que ellos también desean lo del otro...
-Bueno...¿y Raquel cuando apareció?- pregunta ya directa, cuando antes empiece, antes acabará esa tensión entre los dos.
-A Raquel la conocí nada más instalarme en la casa que la compañía me adjudicó. Trabaja en la cafetería de al lado y la verdad que todo iba muy bien. Pasamos muy buenos momentos juntos a mi regreso. Me era cómodo, ya que tenía mis llaves y me mantenía la casa y al llegar tenía la nevera llena...y bueno, lo pasábamos bien, para que engañarte.
-Para mi Raquel, era solo eso...yo seguía con mis giras y conociendo a gente y por supuesto más chicas. En una de las vueltas a casa, me miró el móvil a escondidas y pudo ver fotos y mensaje de la chica con la que me estuve viendo en el último viaje y se puso como una loca. En ningún momento le dije que lo nuestro era serio. De hecho nunca hablamos de nada. Creo que ella se montó una película. Lo peor que hice es no hablar con ella. Le pedí perdón y me perdonó, pero nada más...no hablamos de nada más. Ese fue el error, no hablar que entre nosotros no había nada, por ello ella continuó con su fantasía...
-Por alguna extraña razón, continué con su juego. No quería verla sufrir. Se había convertido en mi única amiga en todo este tiempo. Alguien con la que me relacionaba que no fuera del trabajo. Así que dejé de ver a chicas, a salir con los compañeros...también porque me estaba a todas horas vigilando. A pesar de los kilómetros que nos separaban sabía donde estaba en cada momento, cosa que no entendía, porque dejé de postear cosas que no fueran profesionales, hasta que me di cuenta que seguía a muchos de mis bailarines y podía saberlo todo.
Mientras Albert le contaba todo, Bruna podía ver como poco a poco se iba apagando.
-Cuando te volví a ver en la entrevista, mi corazón lo comprendió todo. Recordé todo lo que sentí contigo, lo que me hacías ser y supe que quería eso y con ella iba a ser imposible. Tenía que acabar con ello, estaba decidido...
Bruna inmediatamente le cogió la mano pero Albert volvió a bajar la mirada avergonzado.
-...nada más llegué a casa, estaba en mi casa ya esperándome. Ya parecía que viviera allí. Le pedí que se marchara pero consiguió enredarme y acabamos acostándonos otra vez. Me siento tan mal por eso, me sentí débil y asqueroso...al acabar le dije que se fuera y dejara las llaves y lo hizo, aunque con lo loca que está no me extrañaría que tuviera más llaves. Una de las primeras cosas que tengo que hacer a la vuelta es cambiar la cerradura.
-No tienes que sentirte mierda por esa loca Albert. Se aprovechó de tu situación y la única manera de callarla fue hacer lo que hiciste. A veces nuestros deseos nos juegan malas pasadas y nos hacen hacer cosas que no deberíamos.
Albert le cogió la mano y continuó mirándola a los ojos: -Tienes razón mi deseo ese día era que fueras tú la que estuviera esperándome en mi cama. Era tan profundo y sincero ese deseo, que no fue mi cuerpo el que me jugó una mala pasada, si no mi mente...porque la que estaba besando no era Raquel, si no a ti...
Bruna no pudo aguantar una risita avergonzada.
-Oye...-dijo riéndose con ella-...que es de verdad, puede que la oscuridad de la habitación y el olor a tu perfume que aun llevaba en mis manos ayudaran, pero lo sentí...¿no crees acaso en la magia?
-Sí sí, te creo...pero solo porque creo en la magia que si no...-le dijo de broma, claro que cree en él y por supuesto en la magia.
Pasaron unos segundos callados, mirándose. El ambiente fresco del desierto por la noche ayudó a que el momento fuera más relajado.
-No me creo que te tenga aquí a mi lado...-le dijo Albert mirándola a los ojos-...me parece como que no hubiera pasado el tiempo, como si continuáramos en la terraza de casa de tus padres aquella noche.
Bruna se levantó y Albert la siguió con la mirada como se dirigía a él.
-Créetelo, estamos aquí juntos. Ha pasado tiempo pero seguimos siendo jóvenes, más adultos pero jóvenes, además de más experimentados, profesionales y continuamos con toda una vida por delante...-dijo Bruna sentándose en su regazo.
-Entonces va siendo hora que te cuente mi plan...
-Creo que eso puede esperar a mañana, ¿no señor director? es hora de re-conocernos...
Albert la lleva sobre la cama y la deja con cuidado sin perderse ni un milímetro de su cuerpo. Mientras apreta la mandíbula de la excitación acaricia su cuerpo. Quiere hacerlo lentamente, sin prisas y disfrutar del momento que llevaba tiempo deseando.
Bruna no entiende como ha pasado tanto tiempo sin echar de menos esos besos y ese cuerpo que ardía ahora sobre y dentro ella.
Estaba completamente ida y como si se tratara de una llave de yudo lo volteó y se puso encima bajo la cara asombrada de Albert que no sabía como había llegado ahí.
-No me mires así, para algo tienen que servir las clases de defensa personal que hice..
-¿Para qué esas clases?
-shhh...calla que me desconcentras.
No solo ardía la habitación, si no el hotel entero. Albert sabía que estaba cerca, no podía aguantarlo más, sus movimientos lo volvían loco.
-Bruna, ya...ya...
Bruna sabía a lo que se refería y dejó de moverse.
-Madre mía, ¡el condón! lo siento, no me acordé...-le dijo sofocada.
-Tranquila, no te culpes, a mi también se me ha ido la cabeza por completo, pero esta hecho fuera...
Aaaaaaaah!!!! 🔥🔥🔥🔥🔥
No los separes más! 🔥 🔥 🔥
Mis niñoooooos <3 que los adoroooo moooo T-T .... un capitulo ardienteee ... el calorr madre mía <3 <3 <3
Eres un sol!! Estos dos han nacido para estar juntos y cada vez que los veo más me doy cuenta 🥰
Vamos ya sabia yo que tenia que encender w
El ventilador nivel dios, wapa!! Me super encanta como siempre. Amo verles juntos❤️❤️ Deseaba este momento. Y niña felicitaciones por como escribes porque teletrasportas. Sin duda una de mia lecturaa favoritas, por no decir MI lectura favorita 😍