Una semana después del desmayo, Bruna volvió al trabajo con muchas fuerzas físicas. Anímicamente seguía muy muy mal. Sin darse cuenta, estaba peor que cuando lo dejó con Albert...
Las amigas la arrastraron al festival y Oriol la animó para despejarse. Finalmente, pasó tres días con sus amigas donde el alcohol y las locuras no dejaron de fluir.
(fotos cedidas por @fotoscreenshot y @miriSims1)
Oriol, que acaba de empezar a trabajar en un museo, no pudo acudir todos los días. Cuando tuvo libre fue y se vio a todos los amigos, incluido Eiden con una resaca monumental y hechos mierda. Así que mientras todos se adecentaban para los últimos conciertos, se dedicó a esperar de la manera más entretenida que sabe y que le enseñó su padre...viendo el cielo...(de tal palo tal astilla)
El espectáculo empezó y corrieron a verlo.
Lo pasaban genial y por fin Oriol conoció a toda la chupipandi. De repente, sonó el teléfono de Oriol y se apartó un poco de la zona de música.
Al regresar, era el único con el rostro desencajado. Miraba a su hermana de reojo, no iba a ser fácil lo que iba a decirle y justo ahora, que la estaba viendo por fin tan bien, pero debía hacerlo...
-Bruna, tenemos que ir a casa rápido...-le dijo triste.
-¿qué? ¿cómo? ¿qué ha pasado?- le dice ya preocupada de verle la cara de situación...
-Es mamá...
-Vamos Bruna, salgamos de aquí...-le dijo mientras salían de allí sin decir nada...
-¿Pero papá no te ha dicho nada más?- le pregunta preocupada.
-No, pero por su tono, me temo lo peor...
-¿Y qué vamos a hacer?
-Todo irá bien hermanita...
Nada más llegaron a casa Jaune les esperaba con los ojos llorosos. Se asustaron mucho, nunca lo habían visto así...
No les dio tiempo ni a preguntar, solo se abrazaron los tres...
-Vuestra madre...-casi no le salían las palabras-...ha sufrido un accidente muy grave y...no se ha podido hacer nada por ella...
-¿pero...cómo? ¿de coche?-le pregunta Oriol que está en shock.
-Sí...debí acompañarla a la compra, tal vez conduciendo yo...
-Noooo papá...yo, yo, no puede ser...-Bruna no sabía que decir...-No estoy preparada para esto...
-Hija, ni tú ni nadie, pero ha pasado. Tengo que llamar a vuestro tío. Deberíais ir a casa a cambiaros para el funeral...
Bruna se quedó un buen rato allí plantada, mirando la foto de sus padres jóvenes. No le había dado tiempo a pensar que sus padres morirían alguna vez. Era demasiado pronto...
Estaba horrorizada y no se sentía para nada preparada para afrontar el funeral de su madre. Se escondió en la habitación de sus padres y se quedó allí un buen rato.
-Bruna, deberíamos ir a casa si queremos llegar a tiempo...
-No...no quiero...quiero quedarme aquí a esperar...
-¿esperar que?
- a despertar de esta maldita pesadilla...
-Bruna...es duro, pero debemos seguir, no podemos quedarnos quietos...vamos, el funeral es un paso más para seguir avanzando y el papá nos necesita fuertes...
Oriol le tendió la manó y ella la aceptó.
La funeraria había hecho todo el trabajo. Una vez llegaron estaba todo listo. Las flores amarillas, elegidas por Jaune no podían faltar para la zona de su familia. Junto a ellos estaba Diego, el hermano mellizo de Sara y Kumiko, su mejor amiga.
-Tal vez, si se hubiera quedado en mi casa, no hubiera pasado...-dijo Bruna entre lágrimas...
-Cariño, no digas tonterías. No te culpes, no debemos hacerlo nadie. Las cosas suceden y ya está...-le dijo Jaune para tranquilizarla.
- ¿y esa rosa roja? ¿quién la ha puesto?- pregunta Oriol señalando una rosa en el suelo que para nada le va al pequeño altar de Sara...
-No sé, al llegar ya estaba ahí...-dijo Jaune que también estaba confundido.
Bruna, necesita respirar y se aparta un poco de la familia...
Sabe que está a punto de cometer la mayor locura de todas pero es que lo necesita...Cogió su teléfono y volvió a llamar a Fernando, pero como siempre, no contestó...
Le dejó un mensaje: "Necesito verte, me ha pasado algo, por favor, llámame...si no lo haces, me pasaré por el Eliseo o por tu casa o por donde haga falta, pero te necesito... Contesta por favor..."
Sabe que se va a arrepentir de todo mañana, pero necesita abrazarlo y olvidarse un poco de todo lo que ha pasado.
Estando allí, odiándose por lo que está a punto de hacer se da cuenta de una cosa...
Mirando el altar de Rubí se da cuenta que está muy bonito. Las flores son frescas y todo está limpio. Sabe que nadie de su familia visita el lugar, solo van cuando pasan las desgracias.
Y justo en el centro de todos los claveles del suelo, hay un hueco donde le falta una de las rosas rojas...
¿...es la rosa que falta la de la tumba de mi madre...?-pensaba...
Justo en ese momento llegan Jaune y Oriol, era momento de irse...
-Papi, te dijimos que nos quedaríamos hoy contigo, pero no voy a poder. Oriol se quedará contigo...
-Vale...pero, ¿estás bien?
-Sí, sí...solo necesito estar sola, ¿lo entiendes, verdad?
-Claro que sí...-le dice mientras la besa y se va.
-¿vas a verlo a él, verdad?-le dice Oriol un poco incómodo.
-No me juzgues por favor...-sabe muy bien, que no está bien lo que va a hacer...
-Llevas toda la semana mal por él, y ahora, cuando estabas a punto de olvidarlo vuelves a buscarlo...
-Oriol, Fernando, siempre estará ahí...por mucho daño que me haya hecho...
-De acuerdo, pero luego te quiero feliz otra vez, no me gusta verte mal y menos por él...
-Valeee...-dice apenada
Bruna ha pasado por el Eliseo y no estaba. Llamó a la puerta de su piso y no hubo contestación, así que, aprovechando que continuaba con las llaves subió sin pensarlo. Desde la puerta empezó a llamarlo, pero no se oía nada...
Rupper que estaba en su lugar favorito pegó un salto y corrió a saludar.
-Mi chico....como te he echado de menos...
Mientras estaba allí empezó a sentir a dos personas entre risas que se acercan hablando entre ellas.
-Iria, avísame para más trabajitos así...-dice el chico feliz-... menuda pasta hemos ganado...uy...¿quién es esa?
-Hola Bruna...Fernando está abajo y tranquila, no hagas esa cara de mustia, te lo hemos dejado bien saciadito...-le dijo sin pararse.
-¿No te has pasado un poco?-le dijo el chico por lo bajini.
-Siempre ha ido con aires de superioridad, le debo muchas así...que se joda...
Bruna baja rezando no encontrarse con algo que no estaba preparada para ver...pero parece que solo es el final de una fiesta.
-¿Fer?-vuelve a llamarlo con un pequeño hilo de voz...
-¿Bruna?
-Bruna, ¿qué haces aquí? no deberías....¿por qué no has llamado?- nada más verla y ver la cara que llevaba se ha acercado.
-Lo he hecho, toda la semana lo he hecho y no sé nada de ti...-Bruna empieza a llorar desesperada.
-¿qué ha pasado? ¿te han hecho algo?-pregunta muy preocupado.
-Mi mamá....-suspira-...no tenía que haber venido, lo siento...pero te necesito.
-Tranquilízate por favor, ya estás aquí conmigo, ¿qué le ha pasado a tu madre?
Bruna le cuenta todo derrumbada de nuevo en el suelo.
-Mis últimas palabras con ella fueron "mamá no seas pesada, estoy mejor..."
-Lo siento mucho pequeña...-intenta animar Fernando-...no hay mucho más que pueda decirte...solo que comprendo ese dolor.
Fernando solo le queda abrazarla y acompañarla.
-¿Puedo quedarme esta noche? solo esta noche, por favor...-le pregunta entre sollozos.
-Ven, vamos a sentarnos...-le dice mientras la ayuda a levantarse del suelo.
-Debes comprender que para mi no es una ruptura cualquiera...está siendo muy duro separarme de ti. Por eso te he estado dando largas...
-También está siendo duro para mi...y perdona, pero te veo muy bien...fiestas y escorts de lujo, ¿quién lo diría?
-Bruna, ¿te parece que todo lo que ves a tu alrededor es de alguien que está bien? A veces, me es más fácil pagar para comer que salir por ahí a cazar...
-A lo que me refiero es que cada uno lo lleva como puede, no vamos a competir de quién lo lleva peor.
-Y lo que te quiero decir yo, es que debes comprender que para mi no es solo una ruptura de la persona a la que amo, si no de mi fuente de alimento favorita. ¿sabes? y que vengas hoy aquí hace que todo lo adelantado esta semana se vaya a la mierda.
-Según Iria me ha dicho, estás bien saciado, imagino que no te haré falta como comida...No quiero al Fernando vampiro y amante, NECESITO al Fernando amigo, el que me reconforta...como yo he hecho millones de veces contigo todo este tiempo. Así que te lo pregunto otra vez...¿puedo quedarme esta noche contigo por favor?
-Claro que puedes...-le dice sentándose a su lado y cogiéndola de la mano-...todo lo que quieras...sabes que siempre estaré aquí para ti, ¿verdad? Es solo que, por mucha sangre que compre o cace, no va a sustituirte...necesito tiempo para sobrellevar esta pérdida. No quiero hacerte más daño, ¿comprendes? Vamos a la cama, tienes que descansar...tienes cara de no haber dormido en días...
Fernando acompañó a Bruna durante todo su sueño y la abrazaba más fuerte cuando la oía llorar.
A la mañana siguiente, Bruna se despidió de Fernando y le devolvió las llaves del apartamento. Se sintió aliviada al notar que al menos, había cerrado bien el capítulo de Fernando, y tranquila de saber que siempre lo tendrá ahí para lo que necesite.
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